lunes, 30 de abril de 2012

Identidad de “Cuentautor”


El músico misionero Karoso Zuetta acaba de editar el disco Canto Rodado.  “Estoy como gurí con zapato nuevo.  Dichoso por el producto que logramos gracias al aporte de numerosos colegas”, advierte el músico.  El disco está compuesto por catorce canciones donde se respira un sonido puro, flotan en sus melodías los arroyos, los ríos y la selva de Misiones.

por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar

El disco Canto Rodado de Karoso Zuetta está plagado de composiciones propias,  “Canciones recién cortadas”, “Canto rodado del Moconá”, “Matereré, la canción del mate”, “Marito de Campo Viera”, “Serenata a mi escuela”, entre otras.  Cuando le consulto qué tema recomienda escuchar del disco advirtió que “la grilla completa está como me gustaría escucharlo; es decir,  a partir del primer tema hasta el quinto pueden tener un panorama inicial”. 

Karoso Zuetta además publicó el año pasado el libro “El Cancionista”, bajo el ala de la editorial del misionero “th barrios rocha”.  Ahí podemos encontrar canciones y partituras del músico.  Este libro fue presentado en la 38º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, el pasado 23 de abril en la sala Javier Villafañe.  Al cierre de la presentación hubo un  musical danzado con Mónica Revinski, Karoso Zuetta y Nerina Bader. 

Haciendo uso de la tecnología, nos comunicamos vía internet con Karoso Zuetta para conocer más en profundidad algunos detalles de este disco “Canto Rodado”.


- Acabas de editar Canto Rodado, ¿cómo te sentís?

Me siento como gurí con zapato nuevo.  Dichoso y orgulloso por el producto que logramos gracias al aporte de numerosos colegas, algunos de ellos participando on line desde otros continentes, por ejemplo Gonzalo Gudiño desde París y Jimmy Ledesma desde Los Ángeles.

- ¿Cómo surgió o por qué el título del disco “Canto Rodado”?

Está basado en el título de una canción, “Canto Rodado del Moconá”, composición dedicada a la memoria del escritor y periodista Thay Morgestern.  Él llegó a casa un domingo recién anochecido, hace 16 años, vino a contarme que al sumergir su cabeza en el río Uruguay, cerca de los Saltos del Moconá, escuchó una música producida por la piedras que giran en los remolinos.  “Tenés que escribirle un tema”, me dijo y se fue.  Pasaron los años y el tema por fin apareció y terminó dándole identidad al disco.

- En estos tiempos cuando muchos lanzan un material discográfico incluyen muchos temas de otros autores.  Pero en tus discos esto no sucede.  ¿El desafió es proponer canciones nuevas y mostrar canciones propias?

Tengo una fuerte identidad de “cuentautor”, la que se forjó por sugerencias de la gente. No es el canto mi fuerte, sino la canción. Mis seis discos tienen esa línea de cuentautor.

- Dentro de la música los límites -como esas rayas imaginarias que dividen las provincias y los países- no existen.  De igual manera entre ese abanico que va de la canción, el chamamé, la galopa, el rasguido doble, por nombrar algunos, dónde estas parado con tus composiciones.

Creo que sitúo mi trabajo en Misiones, es decir, provincia fronteriza de tres países: Brasil y Paraguay a los costados y por abajo, Corrientes, república aparte. Mi trabajo parte de la música Mbya como sustento espiritual, rítmico, armónico y por los instrumentos que utilizo. Se proyecta desde la galopa hacia el gualambao como visión regional y latinoamericana y también incluye fusiones fronterizas como el chamamé , el vanerao, el chotis, el rasguido doble y algunas combinaciones de estos ritmos entre sí. El común denominador de toda mi obra es la palabra, por eso hay como un reconocimiento importante a ese aspecto de mi trabajo.

- Dentro de las composiciones del disco encontramos una composición tradicional de los Mbya “Oré Mbaé”, ¿qué significa para vos esto y porque lo incluiste en este disco?

Es un tema muy especial por su estructura melódica y su mensaje. Además de ser el primero que grabamos integralmente en la lengua Mbya, le sumamos algunas fusiones sonoras que le dan un aire único. “La tierra es un asunto nuestro, el monte es un asunto nuestro. Así habló nuestro padre cuando estuvo junto a nosotros y ahora que no está, solo aquí podremos ser nosotros mismos” - Eso dice la letra, es una maravilla.

- Por último en estos últimos años se ha reivindicado la cultura guaraní, pero quizás estemos lejos del trato igualitario.  Vos que estas más cerca de los Mbya de Misiones y que a través de tu arte nos pones en contacto con ese universo, ¿cómo se vive o cómo ven ellos esta relación del pueblo de Misiones y sus comunidades?

Es un proceso intercultural que se aceleró en los últimos años, en parte por la difusión de la cultura Mbya y a partir de algunos espacios participativos que alcanzaron en el gobierno. No podría decir cómo lo viven ellos todos estos cambios. Nosotros disfrutamos mucho del encuentro con su arte, en cada ensayo y en cada concierto. Estamos muy agradecidos porque decidieron mostrarnos su cultura. Una vez un periodista le preguntó a Ceferino, un cacique Mbya, quién ganaba y quien perdía en este encuentro y él le dijo que no sabía, pero que estaba contento.

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